Mentalidad de víctima vs. protagonista
El concepto de mentalidad de víctima versus protagonista tiene sus raíces en la psicología del desarrollo personal y organizacional. Surgió como respuesta a la observación de que, ante circunstancias similares, algunas personas logran avanzar y crecer mientras otras permanecen estancadas.
Esta diferencia no radica necesariamente en las capacidades o recursos disponibles, sino en la mentalidad con la que enfrentan los desafíos.
Stephen Covey, en su obra "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva", lo conceptualizó como el primer hábito: "Ser proactivo", versus ser reactivo. Viktor Frankl, sobreviviente de campos de concentración, observó que incluso en las condiciones más adversas, las personas conservan "la libertad de elegir su actitud frente a las circunstancias".
Estas observaciones fundamentan lo que hoy llamamos la dicotomía entre mentalidad de víctima y protagonista.
En el contexto profesional actual, donde la incertidumbre y el cambio constante son la norma, especialmente en el campo tecnológico, esta distinción se vuelve crucial. La capacidad de asumir responsabilidad determina no solo la empleabilidad, sino también la salud de los equipos de trabajo y la calidad de los productos desarrollados.